Surfear en olas más grandes y empinadas puede ser realmente desafiante, especialmente para surfistas menos experimentados. Una de las claves es el compromiso, es comprometerse con la ola por la que estás remando y no dudar en lanzarte. Mantén la cabeza baja cerca de la cubierta de la tabla el tiempo suficiente para bajar por la cara de la ola y rema con golpes cortos, rápidos e intensos, despegando temprano por debajo del labio. Si dudas e intentas despegar en la parte superior del labio, es muy probable que te lances con el labio y eso empeora mucho la caída. También es importante recordar mantener las rodillas flexionadas mientras desciendes por la cara. La próxima vez que estés ahí fuera y quieras intentar una ola un poco más empinada y hueca de lo que estás acostumbrado, mi consejo es que conozcas tus límites, tu nivel de confianza y ¡sí, lánzate! Comienza con olas más pequeñas y empinadas y poco a poco ve avanzando hacia los días más grandes y poderosos. No tengas miedo de caer las primeras veces. El dicho dice: «Nunca lo sabrás hasta que lo intentes».
Categoría: Mike Dobos